El proyecto de construcción de una escuela infantil en este caso, ubicada en Galicia, concretamente en Ferrol, ha sido uno de los trabajos más ilusionantes para el equipo de Cando. La escuela dejó de ser un espacio para la guardia y custodia de los niños para convertirse en el que los niños tienen un objetivo: jugar. El juego fue nuestra mayor motivación y nuestro mayor reto.
Además buscamos elementos transparentes, grandes cristaleras que permitieran a los pequeños observar todo lo que ocurre a su alrededor. Espacios que fomentasen la participación, una estructura unitaria, familiar y acogedora que hace que los niños se sientan como en casa.
Color, luminosidad, amabilidad en cada espacio, conexión entre los interiores y los exteriores.
Al mismo tiempo, nuestro espacio infantil hace que los niños desarrollen sus necesidades de explorar, de jugar y de moverse.
El mobiliario y cada detalle están cuidados hasta el máximo detalle tanto para los trabajadores como para los pequeños que asisten a él.
Los conceptos clave: flexibilidad, habitabilidad, identidad y relacionalidad entre ellos.
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