Tras un año en vigor desde que se implantó la normativa europea de certificación energética, se confirma que el 85% de inmuebles no la cumple.
A pesar de ser un certificado obligatorio para todos los pisos en venta o en alquiler, algunas fuentes indican que dicha certificación no es seguida al pie de la letra y su único fin es la recaudación.
Actualmente tan solo un 15% de los inmuebles se habrían adaptado ya a esta normativa cumpliendo con el reglamento a pesar de que la ley sobre renovaciones urbanísticas y rehabilitación habla de la imposición de sanciones para todos aquellos que no cumplan con la normativa.
Evidentemente la mejora de la eficiencia energética en el sector es el objetivo principal de este reglamento y es necesario que profesionales puedan expedir dichos certificados.
A pesar de las ayudas disponibles para llevar a cabo las mejoras energéticas en calderas, instalaciones eléctricas o ventanas, parece que no es suficiente para que la población se adapte a las normativas europeas.