En los tiempos que corren no es
nada fácil vender una vivienda, y se hace más complicado aún si cometemos los
siguientes errores:
Si los
precios no son ni objetivos ni realistas nuestros vendedores desaparecerán,
para evitarlo hay que ofrecer la vivienda a un precio justo y mostrar cierta
flexibilidad ante posibles contraofertas. Puede que necesitemos la ayuda de
diferentes profesionales para fijar el precio como: un tasador nos ayudará a
conocer el valor real de nuestra vivienda y una agencia inmobiliaria que
disponen de grandes conocimientos sobre la situación actual del mercado.
La información
que ofrecemos a los potenciales compradores debe ser veraz, clara, amplia y fiel a la realidad, es decir,
evitaremos ocultar datos sobre la
situación real de la vivienda, ya que finalmente el comprador se daría
cuenta y podría interrumpir la venta.
Desperfectos
en elementos como paredes, suelo o estructura influirían negativamente en la
opinión del comprador. Si tenemos la casa a punto tras una reforma o si fuera
de nueva construcción tendremos más posibilidades de venderla.
No te
limites a poner un cartel en la fachada de la vivienda, tenemos un montón
de posibilidades para dar a conocer la oferta de nuestra vivienda:
inmobiliarias, internet, medios especializados, etc.
No
destacar las ventajas de la vivienda, señalar los puntos fuertes te ayudarán
a venderla.
Ahora que ya
eres consciente de los errores más comunes en la venta de una vivienda, puede
resultar difícil pero no imposible ¿Nos ponemos manos a la obra?
Fuente:
www.consumer.es