Lamentablemente, la construcción es el sector de
actividad que más accidentes laborales sufre, y en gran parte de ellos, son de índole grave.
Cabe destacar, que el porcentaje de
siniestralidad de los trabajadores autónomos o por cuenta propia es mucho mayor
que el de los trabajadores por cuenta ajena.
Los accidentes más comunes de
este sector son las caídas, los cortes y los causados por contactos con la
electricidad.
Por ello, y para tratar de
evitarlos en la mayor medida, tal y como establece la Ley 31/1995, de 8 de
noviembre, de Prevención de Riesgos Laborales, todos los trabajadores por
cuenta propia deben contratar un plan de prevención.
Es necesario que todos los
profesionales tengan conocimiento del funcionamiento de los equipos de
protección individual (EPIs) con los que trabajan, con el objetivo de darles
un buen uso y un correcto mantenimiento.
Los EPIs más comunes son:
- El casco de seguridad, para evitar golpes en la
cabeza.
- El calzado, que debe tener la punta metálica
para evitar daños en los pies si quedan aplastados por algún material.
- Los guantes, para evitar posibles cortes o
quemaduras.
- Las gafas con pantallas de seguridad para evitar
quemaduras y salpicaduras.
- Los protectores de oídos, para los profesionales
que trabajan con herramientas que emiten mucho ruido, para evitar daños
auditivos.
- El arnés de seguridad cuando se trabaje en
altura, para evitar caídas.
En Cando, constructora y
promotora gallega ubicada en Santiago de Compostela (A Coruña) hemos realizado
más de 500 obras de construcción y rehabilitación y tenemos en marcha un gran
número de proyectos, pero siempre teniendo en cuenta que la seguridad en el
trabajo es lo primero.
Fuente: CincoDías El País
Economía