En primer lugar, debes tener claro el objetivo por el que estás pensando en su adquisición, si se trata de disfrutar disfrutar la nueva vivienda o si el objetivo es hacer una buena inversión alquilándola o vendiéndola después.
Por eso, nuestra recomendación a la hora de comprar una segunda vivienda, tiene que ir enfocada al objetivo de la compra y a partir de ahí, podrás comenzar a tomar decisiones. La pregunta que debes hacerte es la siguiente:
¿Quieres habitar en la nueva vivienda o más bien se trata de una compra como inversión?
Si más bien estás pensando en la segunda opción y tu intención es rentabilizar la compra, deberás tener muy en cuenta la ubicación y comunicaciones cercanas a la vivienda, si locación, servicios y comunicaciones de su alrededor no son buenas podrías tener problemas al intentar venderla o alquilarla.
Si por el contrario, tu idea es comprar una segunda vivienda para pasar temporadas en ella o disfrutar en tu tiempo de ocio, debes tener muy en cuenta que el sitio además de estar bien comunicado sea el que quieres, teniendo en cuenta que si está, demasiado lejos gastarás en transporte y tiempo, quizás no puedas disfrutarla todo lo que te gustaría.
Tan importante como la localización, será el presupuesto, ya dependiendo del uso que quieras darle a la nueva vivienda el gasto será diferente, influyendo en la calidad de los muebles, materiales y muy probablemente en el tipo de construcción. Y es que no es lo mismo buscar un chalet en los bosques de Coruña para disfrutar de la tranquilidad y la naturaleza que comprar un piso pequeño en ciudades como Santiago de Compostela o Madrid para alquilar, ¿verdad?
Son tantas las opciones que merece la pena tomarse tiempo para decidir y acertar, y si necesitas consejo profesional ¡pregúntanos!
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Fuente: El Economista